KURUVINDA
Régulo Díaz "Kuruvida", foto tomada de Revista Tendencias |
El
Zulia creador, ese Zulia que se nos muestra lleno de colorido, de tradiciones y
costumbres, que deleitan a propios y extraños y que a los zulianos nos hace
sentir ufanos, llenos de contentura, como dijera nuestro Astolfo Romero, es
así, somos un pueblo lleno de tantas cosas que contar y de tantas personas
dispuestas a contarlo, personas que poseen un talento que la providencia les
regalo y que lo hacen porque les sale del alma misma, uno de estos escribidores
nuestros es REGULO DIAZ, digo es, porque aunque no está físicamente entre
nosotros su presencia se siente en cada rincón de esta Maracaibo querida, pero
veamos, quien es este escribidor?, como me gusta llamarlo.
Regulo Segundo Díaz
Labarca, nace en Maracaibo el 20 de octubre del año 1906, el nacer
prácticamente con el siglo XX, lo convierte en partícipe de todos los
acontecimientos ocurridos casi que durante una centuria, toda una vida, esto
hace que sus relatos sean narraados hasta en sus más mínimos detalles, las
lavanderas, el malecón, las fiestas patronales, los primeros edificios, los
hoteles, las gaitas, los poetas, las piraguas, en fin todo un acontecer de
situaciones, que plasma en diferentes libros y que nos muestran su faceta de
escritor, de cronista, con o sin formación para ello, pero con la mejor y más
sana intención de dejar para las nuevas generaciones las historias que nos
acercan a nuestra identidad., Vida inmortal (reflexiones), Las próximas
dictaduras (ensayos), Las envolturas siderales (ensayo), Sensorio Delirante
(ensayo) 1941, La pequeña Venecia (sugerencias, anécdotas y reflexiones
personales de un zuliano) 1949, ¿Quién es Maracaibo? (Crónicas de Maracaibo,
desde el descubrimiento hasta las primeras elecciones, pasando por el petróleo
y la problemática del Lago de Maracaibo) 1984, y El camino de los grandes lagos
(testimonio del viaje por tierra desde Machiques a Detroit) 1985. Todos estos
títulos han sido ediciones que se costeo inicialmente Regulo Díaz, y que en el
momento en que no pudo costearla, como es el caso, de Sensorio delirante, año
1941, talló letra por letra en moldes de madera y llevo estas matrices a la
imprenta El País para su impresión.
¿Quién es Maracaibo? Fue
publicado por el Vice rectorado académico de la Universidad del Zulia en el año
1984, La pequeña Venecia fue impresa por primera vez en el año 1949 y reimpresa
por La Universidad del Zulia en año 1996, en el marco del año jubilar de la
reapertura de la Alma Mater.
El 14 de junio de 2004
se realizo en Maracaibo, en el Museo Histórico General Rafael Urdaneta el II
Encuentro Regional de Cronistas del Zulia, en Homenaje al insigne costumbrista
zuliano Régulo Díaz.
En la presentación del
libro que recoge las diferentes ponencias relativas al II Encuentro de
Cronistas del Estado Zulia y que Edito el Dr. Juan Carlos Morales Manzur en el
año 2006, el editor expresa lo
siguiente:
Fernando VII, tomado de Artistas del Zulia |
“Régulo Díaz,
“Kuruvinda”, fallecido en febrero de 2005, casi centenario, fue un personaje
especial (y esencial), del siglo XX maracaibero. Escritor, pintor, maestro,
cronista, ebanista, asesor de investigadores, entre otros aspectos, su figura
irregular y su andar pausado se convirtieron en emblema e insignia de un hombre
considerado por muchos como historia viva o tesoro humano viviente”
Participo
en el periodismo cultural; en El Informador de Juan Besson, Espesor de Héctor
Araujo Ortega y la Revista libre de la que fue director por el año 1944.
Vista su faceta de
escritor y cronista nos adentramos a su faceta de pintor, estudió pintura en La
Escuela de Artes y Oficios con Manuel Puchi Fonseca. Entre sus obras pictóricas
tenemos: El reventón, el accidente del Ana Cecilia, los retratos de Manuel
Belloso y del Padre J. M. Ocando, La Batalla Naval del Lago de Maracaibo, que
se encuentra en la biblioteca central de La Universidad del Zulia, y una copia
muy particular del retrato de Fernando VII original de Vicente López, pintor
que sustituyo a Goya en las cortes españolas, este retrato se encuentra en la
Casa de la Capitulación o Casa de Morales en Maracaibo. Es necesario incluir en
esta faceta la ayuda que Régulo Díaz presta al maestro Antonio Angulo en la
realización del Plafón del Teatro Baralt.
José Domingo "Mingo" Márquez, José Joaquin Rojas, Régulo Díaz |
Cronista,
Escritor, Pintor y también protagonista de aventuras como el viaje desde
Machiques a Detroit a bordo de un Ford modelo 1928, ocurre que el 25 de enero
de 1947 José Domingo “Mingo” Márquez (jefe de la expedición), José Joaquín
Rojas (Mecánico) y Régulo Díaz (Cronista y fotógrafo), salen desde la Ciudad de
Machiques, Municipio Perijá del Estado Zulia con rumbo a la Ciudad de Detroit
en Los Estados Unidos de Norte América, a bordo de un Ford modelo 1928 al que
denominaban “Fotingo”, este vehículo fue reformado y lo único que conservaba
realmente Ford era; el volante, los guardafangos y la transmisión, en un
costado se leía “luchamos por la construcción de la gran carretera
interamericana” y en el otro “La interamericana debe ser concluida”, viajaron a través de Colombia, Panamá, Costa
Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y parte de los
Estados Unidos, es de considerar que para ese año 1947, las carreteras tanto en
Venezuela como en los países mencionados eran muy escazas, por lo que la mayor
parte del trayecto fue de trochas, y en ocasiones ellos mismos hubieron de
“jalar machete”, como diría un buen perijanero, para abrirse paso en senderos
por los que nunca antes había transitado vehículo alguno, nueve meses de
aventuras atravesando selvas, ríos, fango, volcanes, soledad, hambre, crecidas
de ríos, todo esto descrito con lujo de detalles por Regulo Díaz en su libro El
Camino de Los Grandes Lagos y por Mingo en sus décimas repentistas.
Otra de sus aventuras,
fue su empeño en la búsqueda del entierro del Tesoro de Santa María de Belén,
presuntamente enterrado por el Pirata Morgan en las inmediaciones del Hato
Belén en la vía a la concepción en el Municipio Jesús Enrique Lossada del
Estado Zulia.
Nuestro
cronista, escritor, pintor, aventurero y hombre enamorado de su pueblo decidió
que se le llamara bajo el pseudónimo de Kuruvinda, que según la definición de
la Real Academia de la Lengua Española significa:
Del fr. corindon, y este del sánscr. kuruvinda.
1.
m.
Piedra preciosa, la más dura después del diamante. Es alúmina cristalizada, y
hay variedades de diversos colores y formas.
Régulo Segundo Díaz Labarca, muere en el Asilo San
José de La Montaña, en Maracaibo el 12 de febrero de 2005, a pocos meses de
cumplir cien años.
Leo, el artículo de Morelis Gonzalo publicado en
aporrea.com el 14 de febrero de 2005, y
que titula; Kuruvinda, el cronista que Maracaibo nunca olvidara; entre otras
cosas ella finaliza su escrito con la siguiente reflexión:
“Yo creo que Kuruvinda
era un sabio, iba más allá del simple conocimiento, reflexionaba
permanentemente y disfrutaba y se vanagloriaba de su excelente memoria. Para
repetir un lugar común, nada humano le fue ajeno, por ello digo, que Maracaibo
nunca olvidará a este cronista que acaba de dejarnos, porque para Kuruvinda,
Maracaibo fue su verdadera pasión, el amor realizado, la obra infinita que
nunca concluyó”.
En completo
contraste con lo anterior, leo un artículo publicado en Analítica.com, el 23 de
agosto de 2010 y que lleva por título KURUNVIDA, LA MEMORIA PERDIDA, no se
indica quien es el autor del escrito, por lo cual asumo que el responsable es
el director de la mencionada pagina, en una primera parte se habla de un
personaje lleno de misterio y hasta sombrío, pero se aclara que lo que hasta
ahora se ha escrito era solo un guión para una obra de teatro, luego, el autor
señala que el verdadero Kuruvinda era… y se desata en una serie de
descalificaciones que no puedo más que asombrarme por la saña en que se trata a
un hombre, que si hubo de reprochársele algo, es solo el amor por su terruño,
por Maracaibo, de ese escrito extraigo el siguiente párrafo;
“Recuerdo si a este anciano, tenía unos ojos
saltarines, un chasquido insoportable y una autosuficiencia libresca infinita.
En el fondo se creía un privilegiado, por haber conocido y en cierto modo
amistado con la elite intelectual de la ciudad; aunque siempre desde la visión
del asomado. Kurivinda nunca fue integrado por la intelectualidad de la ciudad
y esto no sólo por purismo de los supuestos adelantados en ciudad clerical, la
cosa se reduce a un problema de clases sociales”
Poco se ha
escrito acerca de Régulo Díaz, quizás en el fondo hasta mal agradecidos seremos
los zulianos, pero sin embargo lo poco que se haya escrito, si sirve para agradecerle a él su dedicación
y querencia por la tierra que lo vio nacer y que lo acuno en su muerte, entonces,
bienvenido sea, siete años han pasado desde que partió a su encuentro con otro
paisaje, pero algo cierto es, nos dejo Kuruvinda un ejemplo invalorable de
amor, dedicación y superación, desde sus limitaciones impuestas por el mismo, o
por otros, supo trascender a su tiempo y hoy lo recordamos como lo que siempre
fue, un cronista empeñado en ofrecernos datos de interés capital para
acrecentar nuestro patrimonio histórico cultural. Gracias Régulo, Gracias
Kuruvinda, donde quiera que estes!!!