27 marzo, 2017

Regulo Diaz Kuruvinda



 KURUVINDA

Régulo Díaz "Kuruvida", foto tomada de Revista Tendencias
 El Zulia creador, ese Zulia que se nos muestra lleno de colorido, de tradiciones y costumbres, que deleitan a propios y extraños y que a los zulianos nos hace sentir ufanos, llenos de contentura, como dijera nuestro Astolfo Romero, es así, somos un pueblo lleno de tantas cosas que contar y de tantas personas dispuestas a contarlo, personas que poseen un talento que la providencia les regalo y que lo hacen porque les sale del alma misma, uno de estos escribidores nuestros es REGULO DIAZ, digo es, porque aunque no está físicamente entre nosotros su presencia se siente en cada rincón de esta Maracaibo querida, pero veamos,  quien es este escribidor?,  como me gusta llamarlo. 

Regulo Segundo Díaz Labarca, nace en Maracaibo el 20 de octubre del año 1906, el nacer prácticamente con el siglo XX, lo convierte en partícipe de todos los acontecimientos ocurridos casi que durante una centuria, toda una vida, esto hace que sus relatos sean narraados hasta en sus más mínimos detalles, las lavanderas, el malecón, las fiestas patronales, los primeros edificios, los hoteles, las gaitas, los poetas, las piraguas, en fin todo un acontecer de situaciones, que plasma en diferentes libros y que nos muestran su faceta de escritor, de cronista, con o sin formación para ello, pero con la mejor y más sana intención de dejar para las nuevas generaciones las historias que nos acercan a nuestra identidad., Vida inmortal (reflexiones), Las próximas dictaduras (ensayos), Las envolturas siderales (ensayo), Sensorio Delirante (ensayo) 1941, La pequeña Venecia (sugerencias, anécdotas y reflexiones personales de un zuliano) 1949, ¿Quién es Maracaibo? (Crónicas de Maracaibo, desde el descubrimiento hasta las primeras elecciones, pasando por el petróleo y la problemática del Lago de Maracaibo) 1984, y El camino de los grandes lagos (testimonio del viaje por tierra desde Machiques a Detroit) 1985. Todos estos títulos han sido ediciones que se costeo inicialmente Regulo Díaz, y que en el momento en que no pudo costearla, como es el caso, de Sensorio delirante, año 1941, talló letra por letra en moldes de madera y llevo estas matrices a la imprenta El País para su impresión. 

¿Quién es Maracaibo? Fue publicado por el Vice rectorado académico de la Universidad del Zulia en el año 1984, La pequeña Venecia fue impresa por primera vez en el año 1949 y reimpresa por La Universidad del Zulia en año 1996, en el marco del año jubilar de la reapertura de la Alma Mater.

El 14 de junio de 2004 se realizo en Maracaibo, en el Museo Histórico General Rafael Urdaneta el II Encuentro Regional de Cronistas del Zulia, en Homenaje al insigne costumbrista zuliano Régulo Díaz. 

En la presentación del libro que recoge las diferentes ponencias relativas al II Encuentro de Cronistas del Estado Zulia y que Edito el Dr. Juan Carlos Morales Manzur en el año 2006, el  editor expresa lo siguiente:
Fernando VII, tomado de Artistas del Zulia






Régulo Díaz, “Kuruvinda”, fallecido en febrero de 2005, casi centenario, fue un personaje especial (y esencial), del siglo XX maracaibero. Escritor, pintor, maestro, cronista, ebanista, asesor de investigadores, entre otros aspectos, su figura irregular y su andar pausado se convirtieron en emblema e insignia de un hombre considerado por muchos como historia viva o tesoro humano viviente”





Participo en el periodismo cultural; en El Informador de Juan Besson, Espesor de Héctor Araujo Ortega y la Revista libre de la que fue director por el año 1944.  

Vista su faceta de escritor y cronista nos adentramos a su faceta de pintor, estudió pintura en La Escuela de Artes y Oficios con Manuel Puchi Fonseca. Entre sus obras pictóricas tenemos: El reventón, el accidente del Ana Cecilia, los retratos de Manuel Belloso y del Padre J. M. Ocando, La Batalla Naval del Lago de Maracaibo, que se encuentra en la biblioteca central de La Universidad del Zulia, y una copia muy particular del retrato de Fernando VII original de Vicente López, pintor que sustituyo a Goya en las cortes españolas, este retrato se encuentra en la Casa de la Capitulación o Casa de Morales en Maracaibo. Es necesario incluir en esta faceta la ayuda que Régulo Díaz presta al maestro Antonio Angulo en la realización del Plafón del Teatro Baralt.

José Domingo "Mingo" Márquez, José Joaquin Rojas, Régulo Díaz
Cronista, Escritor, Pintor y también protagonista de aventuras como el viaje desde Machiques a Detroit a bordo de un Ford modelo 1928, ocurre que el 25 de enero de 1947 José Domingo “Mingo” Márquez (jefe de la expedición), José Joaquín Rojas (Mecánico) y Régulo Díaz (Cronista y fotógrafo), salen desde la Ciudad de Machiques, Municipio Perijá del Estado Zulia con rumbo a la Ciudad de Detroit en Los Estados Unidos de Norte América, a bordo de un Ford modelo 1928 al que denominaban “Fotingo”, este vehículo fue reformado y lo único que conservaba realmente Ford era; el volante, los guardafangos y la transmisión, en un costado se leía “luchamos por la construcción de la gran carretera interamericana” y en el otro “La interamericana debe ser concluida”,   viajaron a través de Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador, Guatemala, México y parte de los Estados Unidos, es de considerar que para ese año 1947, las carreteras tanto en Venezuela como en los países mencionados eran muy escazas, por lo que la mayor parte del trayecto fue de trochas, y en ocasiones ellos mismos hubieron de “jalar machete”, como diría un buen perijanero, para abrirse paso en senderos por los que nunca antes había transitado vehículo alguno, nueve meses de aventuras atravesando selvas, ríos, fango, volcanes, soledad, hambre, crecidas de ríos, todo esto descrito con lujo de detalles por Regulo Díaz en su libro El Camino de Los Grandes Lagos y por Mingo en sus décimas repentistas. 

Otra de sus aventuras, fue su empeño en la búsqueda del entierro del Tesoro de Santa María de Belén, presuntamente enterrado por el Pirata Morgan en las inmediaciones del Hato Belén en la vía a la concepción en el Municipio Jesús Enrique Lossada del Estado Zulia.

Nuestro cronista, escritor, pintor, aventurero y hombre enamorado de su pueblo decidió que se le llamara bajo el pseudónimo de Kuruvinda, que según la definición de la Real Academia de la Lengua Española significa:
Del fr. corindon, y este del sánscr. kuruvinda.
1.        m. Piedra preciosa, la más dura después del diamante. Es alúmina cristalizada, y hay variedades de diversos colores y formas.

Régulo Segundo Díaz Labarca, muere en el Asilo San José de La Montaña, en Maracaibo el 12 de febrero de 2005, a pocos meses de cumplir cien años.

Leo, el artículo de Morelis Gonzalo publicado en aporrea.com el 14 de febrero de 2005,  y que titula; Kuruvinda, el cronista que Maracaibo nunca olvidara; entre otras cosas ella finaliza su escrito con la siguiente reflexión: 

Yo creo que Kuruvinda era un sabio, iba más allá del simple conocimiento, reflexionaba permanentemente y disfrutaba y se vanagloriaba de su excelente memoria. Para repetir un lugar común, nada humano le fue ajeno, por ello digo, que Maracaibo nunca olvidará a este cronista que acaba de dejarnos, porque para Kuruvinda, Maracaibo fue su verdadera pasión, el amor realizado, la obra infinita que nunca concluyó”.

En completo contraste con lo anterior, leo un artículo publicado en Analítica.com, el 23 de agosto de 2010 y que lleva por título KURUNVIDA, LA MEMORIA PERDIDA, no se indica quien es el autor del escrito, por lo cual asumo que el responsable es el director de la mencionada pagina, en una primera parte se habla de un personaje lleno de misterio y hasta sombrío, pero se aclara que lo que hasta ahora se ha escrito era solo un guión para una obra de teatro, luego, el autor señala que el verdadero Kuruvinda era… y se desata en una serie de descalificaciones que no puedo más que asombrarme por la saña en que se trata a un hombre, que si hubo de reprochársele algo, es solo el amor por su terruño, por Maracaibo, de ese escrito extraigo el siguiente párrafo;

 Recuerdo si a este anciano, tenía unos ojos saltarines, un chasquido insoportable y una autosuficiencia libresca infinita. En el fondo se creía un privilegiado, por haber conocido y en cierto modo amistado con la elite intelectual de la ciudad; aunque siempre desde la visión del asomado. Kurivinda nunca fue integrado por la intelectualidad de la ciudad y esto no sólo por purismo de los supuestos adelantados en ciudad clerical, la cosa se reduce a un problema de clases sociales”

Poco se ha escrito acerca de Régulo Díaz, quizás en el fondo hasta mal agradecidos seremos los zulianos, pero sin embargo lo poco que se haya escrito,  si sirve para agradecerle a él su dedicación y querencia por la tierra que lo vio nacer y que lo acuno en su muerte, entonces, bienvenido sea, siete años han pasado desde que partió a su encuentro con otro paisaje, pero algo cierto es, nos dejo Kuruvinda un ejemplo invalorable de amor, dedicación y superación, desde sus limitaciones impuestas por el mismo, o por otros, supo trascender a su tiempo y hoy lo recordamos como lo que siempre fue, un cronista empeñado en ofrecernos datos de interés capital para acrecentar nuestro patrimonio histórico cultural. Gracias Régulo, Gracias Kuruvinda, donde quiera que estes!!!   

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