Buenas y malas noticias del Lago de Maracaibo

Ese hermoso lago sirvió de entrada a los conquistadores que a la postre se convirtieron en fundadores de lo que ya existía, de tal manera, en 1529 penetra Ambrosio Alfínger quien edifica una Iglesia con techos de palma que tuvo como primer párroco al padre Juan Rodríguez de Robledo, se construyen las primeras viviendas y el primer puente, luego Alonso Pacheco en 1569 y por último Pedro Maldonado en 1574, amén de toda suerte de piratas que en sus travesías penetraban por la barra.

Nuevamente nuestro lago es testigo del conflicto de competencia que existió por la tenencia de la sagrada imagen del Cristo Negro, sucedió que en el templo levantado en Gibraltar, pueblo situado al Sur del Lago, los indios atacaron la edificación con flechas incendiarias, dado que el techo era de palma provoco un incendio el cual chamusco el Cristo que en ella se encontraba, esto provoco que la sagrada imagen fuese trasladada a Maracaibo con el Objeto de resguardarla mientras se reconstruía el templo, una vez reconstruido este se solicito la devolución a lo cual se negaron los custodios de la imagen en Maracaibo, se inicio con esto una disputa que duro mas de veinte años, hasta que se propuso lo siguiente: Dejemos que sea la voluntad divina quien decida donde debe estar el Cristo, si en Gibraltar o en Maracaibo, para lo cual se convinieron tres pruebas; Primera: colocar al Cristo en un cayuco sin gobierno y que sea el mismo el que decida a donde ir, esta prueba se cumplió seguida de cerca por personas de ambos bandos (los de Maracaibo y los Gibraltareños) quienes aupaban con gritos y aplausos la dirección que el cayuco tomaba. Esta prueba finalizo con el cayuco encallado en la playa de cotorrera, las siguientes dos pruebas consistieron en dejar objetos en las aguas del lago para que libremente tomaran su dirección y se obtuvo en todos los casos el mismo resultado, gano Maracaibo y la santa imagen de mas de dos metros de alto se coloco mirando de frente a la playa a los gritos de milagro, de allí el nombre de ese popular sector, el sitio exacto se encuentra donde funciona actualmente el Instituto Nacional de Canalizaciones. Actualmente esta imagen se encuentra en la santa iglesia Catedral de Maracaibo. Lo relevante de este relato es que El Lago tiene un nivel mas alto en su extremo sur, a causa de los numerosos ríos que confluyen en su cuenca y por lo cual todo su caudal se escurre hacia el golfo, esto significa que aunque se hubiera colocado el cayuco cerca de Gibraltar siempre su rumbo estaría hacia Maracaibo.

De la misma manera el lago fue testigo de excepción de la llegada de nuestro patrimonio mas querido, nuestra excelsa patrona la Virgen de Chiquinquirá, nuestra Chinita, cuenta la historia que allá por el siglo XVIII, tiempos aquellos en que los piratas eran los dueños de los mares y océanos, una embarcación proveniente de Santa fe de Bogotá arrojo probablemente en el transcurso de una pelea por la repartición de un botín, una pequeña tabla, la cual por la misma confluencia de los ríos en la cuenca del lago llego hasta nuestras costas siendo tomada por una lavandera que la traslado hasta la casa de la Sra. María Cárdenas de quien probablemente era su sirvienta. En un primer momento sirvió la tablita para tapar una tinaja de agua, con el tiempo se noto la aparición de lo que parecía ser la imagen de un santo pero que no estaba definido totalmente, así fue cambiada de lugar y colocada en la pared de enea de la casa, unos golpes producidos por el roce de la tablita con la pared inician el 18 de Noviembre de 1709 o de 1749 según otros historiadores la manifestación de la imagen de nuestra patrona.

En épocas mas cercanas encontramos que el lago ha sido testigo de numerosas tragedias, tal como la del hundimiento de la piragua Ana Cecilia un 8 de Agosto de 1937, esta piragua era una embarcación a motor y en ocasiones a vela, con capacidad para 150 personas teniendo para el momento de su hundimiento la cantidad de 240 pasajeros que se dirigían desde Maracaibo a Cabimas, volteándose entre la planta de La Arreaga y San Francisco provocando mas de 80 muertos.

No menos trágico resulto ser el hundimiento de la Diáfana el 8 de Enero de 1955, zarpo desde Bobures con un cargamento de azúcar, maíz, plátanos y 50 pasajeros, el accidente ocurre al chocar la piragua contra la plataforma de el taladro B252 de la compañía Creole, el encontronazo produce un cortocircuito en el motor que inicia fuego que al propagarse y conseguir la carga de azúcar provoco una gran llamarada que incendio la embarcación, resultado 8 muertos, 11 heridos y 31 desaparecidos, entre las víctimas de este accidente se encontraba esa gloria del deporte zuliano que se llamo Rosario Solarte, destacada basketera.

Excelente compañero ese hermoso lago dio albergue a esa mole de acero y concreto que forma nuestro Puente Sobre El Lago, obra que fue inaugurada el mes de Agosto de 1962, es tumbada parte de su estructura en Abril del año 1964, culminando así con el decir popular “Sabéis cuando, Cuando se caiga el Puente” de esta manera el Zuliano daba la seguridad de algo que se creía imposible. Es reconstruido y puesto en funcionamiento en Diciembre de 1964.

Interesante también conocer que el lago ha servido de inspiración a poetas, compositores, enamorados y todo aquel que sentado sobre cualquiera de sus orillas, ha sentido el palpitar de sus marullos, se ha extasiado con la quietud de sus aguas que semejan un lienzo de seda sobre el horizonte infinito.

Quien no recuerda con mucho orgullo esa fecha gloriosa de la batalla del Lago de Maracaibo, fecha en la que quedo sellada definitivamente la soberanía nacional.

Como no querer y sobre todo respetar a ese obsequio divino que bajo la figura de agua nos dio la providencia para orgullo de todos los zulianos y los no zulianos que se admiran al recorrer su vista sobre tanta majestuosidad.