Los Arawacos eran indios agricultores, que se dividían en Paraujanos y Guajiros. Paraujanos “indios de la orilla del mar”, su nombre proviene de pararuano que significa orilla del mar y añu que significa indio. Vivían y aún persisten en la zona de la Laguna de Sinamaica, los caños del Río Limón, La Isla de Zapara , El Mojan y Santa Rosa de agua.
Los Guajiros cuyo nombre proviene de Gushire que significa “Rico, Poderoso, Señor“, aunque puede definirse también como Nosotros. El Guajiro es nuestro mas genuino representante de hablar rápido, de carácter pacifico y alegre.
Las fiestas son muy importantes para ellos, debido a su inclinación por la música, siendo en este genero su mayor aporte La Yonna, mal llamada Chicamaya.
Entre sus bebidas, la más representativa es el chirrinche, bebida esta muy fuerte que se hace con la mazorca de maíz fermentada.
Otra aptitud propia de los guajiros son sus tejidos, su mayor exponente, Luis Montiel, la manta guajira y las cotizas adornadas con una bola multicolor en su centro conforman una indumentaria que identifica y representa el orgullo de una casta que a pesar de los años y la transculturización, lucha por mantener su identidad. Se dividen en castas, duermen en hamacas y chinchorros y usan como utensilios las taparas, artículo que proviene de una mata y que de formas caprichosas se puede moldear o cortar en formas conicas, redondas, en forma de sacos y se utilizan como cucharas, posillos o tazas o como recipiente para vertir un rico sancocho.
El Torito Fernández, Miguel Ángel Jusayú, Manuel Matos Romero, Omar Baralt Mendez, Nemecio Montiel, solo por nombrar algunos representan la más genuina muestra de la capacidad intelectual de nuestros hermano wuayuú, son muchos los escritores, poetas, abogados, antropólogos, etc., que nos ha entregado esta auctóctona raza.
Entre las costumbres de los guajiros existe el blanqueo, costumbre esta que describe con lujo de detalles Romulo Gallegos en "Sobre la misma tierra".
El Torito Fernández, Miguel Ángel Jusayú, Manuel Matos Romero, Omar Baralt Mendez, Nemecio Montiel, solo por nombrar algunos representan la más genuina muestra de la capacidad intelectual de nuestros hermano wuayuú, son muchos los escritores, poetas, abogados, antropólogos, etc., que nos ha entregado esta auctóctona raza.
Entre las costumbres de los guajiros existe el blanqueo, costumbre esta que describe con lujo de detalles Romulo Gallegos en "Sobre la misma tierra".
Son matriarcales por excelencia, la linea meterna es determinante y sobre ella se definen las castas. Todavía existe para ellos la ley guajira "Sangre por Sangre", aunque también existe el palabrero, persona ésta que se encarga de ser intermediario entre las castas o personas en conflicto.
Maleiwa el espíritu del bien.
Guandrú, espíritu del mal; con su auxiliar Yorujá.
Arijuna el hombre blanco.
Arijuna Naite. (hombre blanco)
Wuayu Naite.(El nativo)
Guandrú, espíritu del mal; con su auxiliar Yorujá.
Arijuna el hombre blanco.
Arijuna Naite. (hombre blanco)
Wuayu Naite.(El nativo)
Como estamos cercanos aún a la fecha del día de la raza, les cuento que; existió en Maracaibo una plaza llamada Colón, ubicada entre las avenidas Industria y Marina frente al Mercado Principal, en un espacio casi igual al de él mercado. Tenia un barandal de hierro de poca altura con base de concreto erguiéndose en el centro un monumento constituido por una esfera de más o menos dos metros de diámetro, donde se veían los continentes y los océanos y sobre ella el busto del Almirante en mármol blanco de Carrara. En 1920 se ampliaron los depósitos de la aduana, por lo que hubo necesidad de reubicar el monumento, trasladándolo entonces a Boburitos, que era una zona refugio de borrachitos, pandilleros y mujeres de mal vivir, impropio para distinguir estatua o busto de alguien digno de recuerdo.
La musa popular escribió versos como éste en la base del monumento.
“El almirante Colón
esta muy mal calado,
porque el sitio huele a ron,
a mapurite a pescado”.
esta muy mal calado,
porque el sitio huele a ron,
a mapurite a pescado”.
Éste monumento se trasladó a la avenida el milagro ya no sobre la esfera, si no sobre una pequeña base que sostiene el Busto.